Para fabricar cualquier objeto en material compuesto, es fundamental disponer de un molde sobre el cual modelar la pieza deseada. El molde permite definir con precisión la forma, dimensiones y características del producto final, garantizando un resultado uniforme y reproducible.
El punto de partida para la construcción de un molde es el modelo maestro, que actúa como referencia principal. Este modelo debe realizarse a escala 1:1, reproduciendo fielmente cada detalle del objeto final. La calidad del modelo maestro influye directamente en la precisión del molde y, en consecuencia, en el éxito del producto en material compuesto.

La elección de materiales para el modelo y el molde depende de la aplicación final, la complejidad de la geometría y el número de piezas a producir. En muchos casos, se utilizan resinas, espumas, madera o metales para la creación del modelo maestro, mientras que los moldes pueden fabricarse en fibra de vidrio, carbono u otros compuestos avanzados.
Un diseño preciso y una fabricación minuciosa del modelo maestro son esenciales para obtener moldes de alta calidad y productos finales que cumplan con los estándares requeridos.